Guzina Oaxaca, el restaurante capitalino del aclamado chef Alejandro Ruiz, se ha consolidado como un referente importante en el mapa culinario de la ciudad gracias, a su autenticidad y habilidad de amalgamar magníficamente las tradiciones regionales, los productos endémicos y la visión gastronómica moderna.
Detrás de su tradicional cocina está Carlos Galán, un joven chef oaxaqueño que, orgulloso de sus raíces y poseedor de un talento culinerio sin igual, sublima en cada ingrediente la pasión por su oficio. Derivado de lo anterior, Carlos se convirtió, ipso facto, en un pilar importante del éxito de Guzina logrando posicionar su sabor y excelencia dentro del top gastonómico de una de las colonias más competitivas de la capital mexicana: Polanco.
Lo más destacado
El menú proyecta una visión muy precisa e integra pues, muestra la belleza y los elementos rústicos de la cultura oaxaqueña inspirándose en sus ingredientes, tradiciones, costumbres y técnicas: “Oaxaca es unión, familia y sobre todo cultura” – comenta el chef Carlos Galán.
La sugerencia para comenzar el día en Guzina son sus desayunos, que gracias a su vasta gama creativa con el respaldo saboroso de Oaxaca, representan un must en cada visita; destacan los huevos rancheros con hoja santa y mole negro o enfrijoladas con tasajo.
Para continuar el día disrutando de la creatividad del chef Galán, se sugiere el Short rib con agridulce de chintextle acompañado de verduras a la mantequilla – que es el platillo estrella, una sinfonía de sabores y colores. Sin por ello dejar de lado, el más representativo de los moles de Oaxaca: el mole negro servido con pollo criollo, arroz blanco y plátano macho. De este mole destaca su la profundidad de su color negro, que es percibido por los ojos y el paladar. Es un verdadero arte el saber sincronizar todos estos sabores y aromas y hay que decir que el chef Galán conoce el mole a perfección.
Otro de los platillos estrella es el ceviche de pescado con xoconostle, jengibre, tallos de cilantro, cebolla morada, orégano y salsa de cacahuate, un claro ejemplo de que la cocina oaxaqueña contemporánea también puede lucir con sus sabores en una preparación con ingredientes de mar.
Por supuesto, estando en un restaurante oaxaqueño, no podemos olvidarnos de acompañar nuestros platillos con un buen mezcal, del cual, Guzina cuenta con una infinidad de opciones. Ya sea solo o en un cóctel pues su barra ofrece la creatividad y tradición que hace honor a su cocina. Es por ello que no es una casualidad que en el logo del restaurante se manifieste orgullosamente la planta del maguey, origen ancestral de este destilado.
Indudablemente, la cocina oaxaqueña es una de las más variadas y más ricas del país, la cual, se enriquece del mosaico de historias y culturas que convergen entre la tradición y la contemporaneidad. Guzina Oaxaca nos trae la esencia de esa gran gastronomía con todo su esplendor, con ingredientes típicos y ejecución culinaria moderna impecable.
Finalmente, es esencial señalar que, en estos tiempos inconmensurablemente complicados, la importancia de los protocolos de limpieza y sanidad deben seguirse de forma estricta y puntual dentro del restaurante.
Guzina Oaxaca
Avenida Presidente Masaryk 513, Polanco, CDMX
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